Como si hubiera estado cerniendo arena en el
último mes, después de casi haber terminado la obra de Álvaro Mutis me
encuentro con una conferencia que el escritor colombiano ofreció en México en
1965 titulada "La desesperanza". En ella (que se consigue fácilmente
en la red) Mutis menciona las cinco características que él considera
constitutivas de los personajes desesperanzados en la literatura:
1. La primera condición de la desesperanza es la lucidez, dice. A mayor
lucidez mayor desesperanza y a mayor desesperanza mayor posibilidad de ser
lúcido; a reserva, desde luego, de que esta lucidez no se aplique ingenuamente en
provecho propio e inmediato, porque entonces se rompe la simbiosis, el hombre
se engaña y se ilusiona, «espera» algo, y es cuando comienza a andar un oscuro
camino de sueños y miserias.
2. La segunda condición de la desesperanza es su incomunicabilidad. La
desesperanza se intuye, se vive interiormente y se convierte en materia misma
del ser, en substancia que colora todas las manifestaciones, impulsos y actos
de la persona, pero siempre será confundida por los otros con la indiferencia,
la enajenación o la simple locura.
3. La tercera característica del desesperanzado es su soledad.
Soledad nacida por una parte de la incomunicación y, por otra, de la
imposibilidad por parte de los demás de seguir a quien vive, ama, crea y goza,
sin esperanza.
4. Cuarta condición de la desesperanza es su estrecha y peculiar
relación con la muerte. Si bien lo examinamos, el desesperanzado es, a fin de
cuentas, alguien que ha logrado digerir serenamente su propia muerte, cumplir
con la rilkeana proposición de escoger y moldear su fin.
5. Por último ‑y aquí se presenta la ineficacia de la palabra que he
escogido para nombrar esta charla‑ nuestro héroe no está reñido con la
esperanza. Lo que define su condición sobre la tierra, es el rechazo de
toda esperanza más allá de los más breves límites de los sentidos, de las más
leves conquistas del espíritu. El desesperanzado no «espera» nada, no consiente
en participar en nada que no esté circunscrito a la zona de sus asuntos más
entrañables.
Los cinco puntos sirven para todo, se esté de
acuerdo no; se convierten en toda una línea de comprensión para mucho de lo que solemos leer. Habrá entonces que volver a la arena cernida después de haber leído la conferencia y regresar a los relatos del escritor colombiano.
3 comentarios:
diálectica pura. Solo queda por tanto, el deseo.
Tal cual. Maqroll diría que sólo queda lo que nos puedan brindar los sentidos.
Habrá algún link de la conferencia?
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