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martes, 3 de julio de 2012

"La desesperanza" de Álvaro Mutis


Como si hubiera estado cerniendo arena en el último mes, después de casi haber terminado la obra de Álvaro Mutis me encuentro con una conferencia que el escritor colombiano ofreció en México en 1965 titulada "La desesperanza". En ella (que se consigue fácilmente en la red) Mutis menciona las cinco características que él considera constitutivas de los personajes desesperanzados en la literatura:

1.       La primera condición de la desesperanza es la lucidez, dice. A mayor lucidez mayor desesperanza y a mayor desesperanza mayor posibilidad de ser lúcido; a reserva, desde luego, de que esta lucidez no se aplique ingenuamente en provecho propio e inmediato, porque entonces se rompe la simbiosis, el hombre se engaña y se ilusiona, «espera» algo, y es cuando comienza a andar un oscuro camino de sueños y miserias.
2.       La segunda condición de la desesperanza es su incomunicabilidad. La desesperanza se intuye, se vive interiormente y se convierte en materia misma del ser, en substancia que colora todas las manifestaciones, impulsos y actos de la persona, pero siempre será confundida por los otros con la indiferencia, la enajenación o la simple locura.
3.        La tercera característica del desesperanzado es su soledad. Soledad nacida por una parte de la incomunicación y, por otra, de la imposibilidad por parte de los demás de seguir a quien vive, ama, crea y goza, sin esperanza.
4.        Cuarta condición de la desesperanza es su estrecha y peculiar relación con la muerte. Si bien lo examinamos, el desesperanzado es, a fin de cuentas, alguien que ha logrado digerir serenamente su propia muerte, cumplir con la rilkeana proposición de escoger y moldear su fin.
5.       Por último ‑y aquí se presenta la ineficacia de la palabra que he escogido para nombrar esta charla‑ nuestro héroe no está reñido con la esperanza.  Lo que define su condición sobre la tierra, es el rechazo de toda esperanza más allá de los más breves límites de los sentidos, de las más leves conquistas del espíritu. El desesperanzado no «espera» nada, no consiente en participar en nada que no esté circunscrito a la zona de sus asuntos más entrañables.

Los cinco puntos sirven para todo, se esté de acuerdo no; se convierten en toda una línea de comprensión  para mucho de lo que solemos leer. Habrá entonces que volver a la arena cernida después de haber leído la conferencia y regresar a los relatos del escritor colombiano.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

diálectica pura. Solo queda por tanto, el deseo.

Vladimir Caraballo Acuña dijo...

Tal cual. Maqroll diría que sólo queda lo que nos puedan brindar los sentidos.

Anónimo dijo...

Habrá algún link de la conferencia?