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sábado, 16 de enero de 2010

La inercia existencial

Las muy recurrentes figuras sobre una especie de inercia existencial siempre me han atraído. Suele aparecer de mil formas distintas: algunas veces como una elección de vida a la que se llega por el fracaso y/o el cansancio de haber vivido; algunas otras porque sencillamente las ganas de vivir nunca fueron realmente fuertes; o sencilla y creo que más frecuentemente, porque nunca se supo qué elección tomar. Tal como lo decía Allen, en boca de Kleinman en Shadows and fog: "todo el mundo tiene un plan! Soy el único en la ciudad que no sabe qué está haciendo". Y ahora, tal como lo dice Bolaño en boca de Bianca: "en el fondo, yo siempre estaba pensando en el futuro. Pensaba tanto, que el presente había llegado a ser parte del futuro, la parte más extraña. Visitar a Maciste era pensar en el futuro, sudar, meterme en habitaciones donde la oscuridad era total, era pensar en el futuro. Un futuro que se asemejaba a una habitación cualquiera de la casa de Maciste, pero con más claridad y con los muebles cubiertos con sábanas viejas o mantas, como si los dueños de la casa (una casa que estaba en el futuro) se hubieran ido de viaje y no quisieran que el polvo se acumulara sobre sus cosas. Y ése era mi futuro y así yo pensaba en él, si es que a eso se le puede llamar pensar (y si es que a eso se le puede llamar futuro).

En "Sin Remedio" Escobar termina asesinado mientras observa una hormiga que, cargando empesinada una pequeña hoja untada de la sangre de Escobar, se burla de una muerte que nunca se escogió, y a la que se llegó, justamente, por nunca haber sabido escoger.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tenia la intención de no hacer ningún comentario pero después de la segunda relectura no pude evitarlo. Que buena entrada! Que buenos referentes! Son como una lista de mis obsesiones! Sobretodo por Ignacio...

...Fue un placer leerte.

Vladimir Caraballo Acuña dijo...

Por qué no dejar comentario? pero bueno, me alegra que te hayas arrepentido. Desde hace años Ignacio Escobar ha sido una obsesión, como lo han sido también las muertes en los ruedos... por ejemplo: el final de "tiempo de morir" (la pelìcula de Jorge Alí T.) y el duelo de "el bueno, el malo y el feo"... hermosísimas. En fin, de nuevo gracias y espero que sigas visitando.

Anónimo dijo...

"El bueno, el malo y el feo" es genial, particularmente me gusta mucho la actuación de Clint Eastwood. Blondie es muy convincente: La calma que tiene durante el duelo, sus mirada siempre fija, firme... Me gusta también la dependencia obligada que tienen entre si. Y si, el duelo final es brutal, la banda sonora de esa escena es muy bella...
Ignacio, Ignacio se volvió una constante, casi una esperanza, también es de mis mayores obsesiones.
"Se sentía resecado, reblandecido, enfriado, moribundo, y rodeado de cosas terriblemente muertas. Y así, días. Semanas. Algo en él le decía que aquello iba a durar toda la vida. Y nada le decía cuánto iba a durar la vida.”
...Sin palabras.